domingo, noviembre 27, 2005
volvió CALDERON
la invitacion es en el teatro Antonio Varas (morandé 25) el 1, 2 y 3 de diciembre es la última función, para siempre amigos, a si que id!! id!! id a despertar a esa criatura inquieta, la única que puede turbar mi sueño, pero despertarla con delicadeza de modo que un desperatar demaciado brusco no disperse su sueño. Ha llegado el momento de recordarlo. De saber donde estaba antes de estar aqui. De confrontar una realidad muerta con una realidad viva.
viernes, noviembre 04, 2005
MOA, mi gato...
el Mao fue, sin duda el gato mas lindo que he tenido, y he tenido gatos desde que nací...él era lejos el más cariñoso y el más inteligente...era un gato obediente y muy sensible, no aguantaba las peleas, lloraba con nosotros cuando peliabamos hasta que aprendimos que no podiamos peliar delante de él, reconocía nuestros pasos y corría desde la otra esquina de la cuadra para recibirnos con sus maullidos y sus refregones en las piernas, miles de veces me seguía hasta la esquina cuando yo me iba a la escuela o la pega...la gente aquí en el barrio lo adoraba, porque era un gato bueno, que nunca rasguñó a ningún niño que se le acercó para jugar un ratito con él....tenía que ir a quitárselo a mis vecinos para poder regalonear un rato yo con mi gatito, porque era mío... a veces don Ricardo se lo dejaba para él días y días y el gato maullaba desde abajo para que yo lo fuera a rescatar y eso que don Ricardo antes era de esas personas que odian a los gatos... y es que el Mao era un gato muy especial, y ahora tengo tanta pena y lloro tanto porque creo que nuca tendré una gatito como él...tantas veces tuve miedo que me lo fueran a atropellar o me lo robaran pa transformarlo en anticucho de la plaza Italia, y tuve que ser yo quien decidiera que debía morir... no fui capaz de verlo sufrir y tenerlo encerrado, en espera, sometido a tratamientos para un corto periodo de una vida de mierda...tengo una pena enorme y oigo sus maullidos y veo en cada rincón un episodio tierno y dulce de los que fueron estos tres añitos juntos. Mi gatito, se murió, tenia una enfermedad grave que lo tenía muy mal y no había remedio. Tuvimos que tomar la terrible decisión de sacrificarlo con una inyección de eutanasia...nunca tuve tanta pena como ahora por la perdida de una mascota, el Mao fue mucho más que eso, él lo hizo, no le dimos ese lugar especial, él era tan formidable que se transformó solito y para todos, en una dulce compañía, lleno de chistes y gracias, alegrando cada día.
No creo que puedan imaginarse lo triste que ha sido este día.